El fósforo lo inventó Henning Brandt, en el año 1669.
El método de obtención fue juntando grandes cantidades de orina y arena. En 1833 la sociedad occidental descubrió lo fácil que era producir una llama utilizando cerilla de fósforo blanco.
Su nombre deriva de las palabras griegas phos (luz) y phorus (portador). El fósforo es un portador de luz.